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Uno de los hechos políticos trascendentales que precedieron al terremoto fue la masacre del 22 de enero de 1967, perpetrada por la Guardia Nacional, en el contexto de las elecciones presidenciales de ese año. La oposición convocó a una manifestación en el marco de la campaña electoral, cuyos candidatos eran Anastasio Somoza Debayle y el líder Conservador, Fernando Agüero Rocha. El hecho sangriento se dio en la Avenida Roosevelt, cerca del Gran Hotel.
El 28 de marzo de 1971 se produce el pacto Somoza-Agüero, conocido como Kupia Kumi (“un solo corazón” en lengua misquita), por medio del cual Somoza aseguraba una nueva reelección al determinarse la constitución de una junta de gobierno (de tres miembros) y la convocatoria a una Constituyente con el fin de elaborar una nueva Constitución y convocase a elecciones presidenciales. La junta, conocida como Triunvirato, estaba conformada inicialmente por dos miembros del Partido Liberal Nacionalista (somocista), Alfonso Lovo Cordero y Roberto Martínez Lacayo; y uno del Partido Conservador Nacionalista, Fernando Agüero.
A razón de la sequía que había azotado el campo ese año y que contrastaba con la navidad opulenta que se vivía en la ciudad: tiendas llenas de licores, pavos, regalos lujosos, calles adornadas con múltiples luces, se decidió por parte de algunos grupos cristianos (que más adelante formarían el Movimiento Cristiano Revolucionario y donde estaba el padre Fernando Cardenal) hacer un "ayuno profético". El objetivo era protestar por lo que ellos consideraban una "navidad pagana": una navidad sin consideración por los pobres. Protestaban además por una navidad sin presos políticos. Se programó estar frente al atrio de la catedral el 22, 23 y 24 de diciembre. La primera noche llegó Carlos Mejía Godoy a brindar una serenata. Sin embargo en esa primera noche, más tarde, ocurriría la tragedia (Cardenal, 2008: 78).
A raíz de la crisis provocada por el terremoto, se crea el Comité Nacional de Emergencia, presidido por Somoza. En la práctica este Comité anula la Junta de gobierno, dado que asume todas las funciones del Ejecutivo, entre otras el control total de la distribución de la ayuda internacional. Esta situación provoca la renuncia de Fernando Agüero, el 1 de marzo de 1973, el cual es sustituido, por otro Conservador “zancudo”, Edmundo Paguaga Irías.
A raíz del terremoto, la zona afectada estará sometida a la discrecionalidad del régimen, el cual emite disposiciones administrativas determinando qué edificios se derriban y cuales siguen en pie dentro de la zona cercada que este controlaba. En adición, se decide cercar todo el casco histórico de la ciudad, bajo el argumento de que la ciudad no va a reconstruirse en el mismo sitio. Esa situación y el hecho de que el dictador y su entorno comienzan a controlar los contratos y suministros de materiales de construcción para las nuevas urbanizaciones, hacen que se den contradicciones con sectores de la empresa privada, quienes deciden organizarse, creando el COSIP –Consejo Superior de la Iniciativa Privada (Kinloch, 2008: 294).
Las elecciones de septiembre de 1974, plagadas de enormes irregularidades, ponen en evidencia las pretensiones de perpetuación en el poder del dictador Anastasio Somoza. El asalto a la casa de Chema Castillo el 27 de diciembre de ese año genera una ola de represión y de restricciones a las libertades ciudadanas, al implantarse el Estado de sitio y la Ley Marcial a partir de esa fecha hasta septiembre de 1977 cuando producto de presiones internacionales decide suspenderlo y restablecer las garantías ciudadanas y la libertad de expresión.